Continuando con estética corporal; esta semana vamos a hablar de una de las aparatologías de estética más demandadas en los últimos años: las ondas de choque.

El concepto nació a raíz de un golpe de suerte: tras unos experimentos en aeronáutica, accidentalmente se observaron por primera vez en un ambiente controlado el efecto de la transmisión de las ondas de choque a través del cuerpo humano, las investigaciones avanzaron y fue en los años 80 cuando se comienzan a utilizar para fines médicos, principalmente para eliminar cálculos renales. Con el tiempo se siguió investigando sus efectos en distintas partes del cuerpo para distintos fines, hasta los años 90, cuando comenzó a usarse en el campo de la fisioterapia para aliviar dolores, contracturas, calcificaciones, etc. Y es a partir de los 2000 cuando comienza a usarse en el campo de la medicina estética.

¿Qué son?

Las ondas de choque son ondas de presión ultrasónicas que utilizamos de forma dirigida en una zona concreta y focalizada; esto quiere decir que el aparato que utilizamos emite unas ondas ultrasónicas (ondas mecánicas cuyo sonido está por encima del umbral auditivo del ser humano) que ejercen una presión controlada sobre la zona escogida.
El hecho de que sean mecánicas las convierte en una aparatología inocua, carece de los inconvenientes de otras aparatologías como el no poder utilizarlas en personas con implantes metálicos, o las reacciones alérgicas, ya que el único «cosmético» utilizado es gel conductor que, salvo en excepciones muy aisladas, no produce reacciones alérgicas.
Las ondas mecánicas entran en contacto con el tejido, lo atraviesan y salen. No tiene efecto acumulativo ni produce calor interno en los tejidos blandos, lo que la hace segura y prácticamente carente de contraindicaciones.

¿Qué hacen?

Los efectos estéticos de las ondas de choque son numerosos, los principales son:

• Estimulación de colágeno y elastina
• Reconstituye el tejido conectivo
• Combate la flacidez, muy eficaz en la remodelación corporal no invasiva
• Rompe los acúmulos de celulitis localizada
• Estimula la circulación sanguínea y linfática, lo que nos ayuda a eliminar toda esa grasa que hemos liberado al romper los acúmulos de celulitis
• Reduce la retención de líquidos
• Mejora el aspecto del tejido, al reducir el edema y la piel de naranja.

Como todos los tratamientos estéticos, tiene ciertas contraindicaciones en las que no se puede utilizar

• Coagulopatías
• Terapias anticoagulantes no compensadas
• Trombosis
• Enfermedades tumorales malignas
• Embarazo
• Polineuropatía en caso de diabetes mellitus
• Inflamaciones agudas y/o foco de pus en la zona objetivo
• Terapias con cortisona hasta 6 semanas antes de la primera sesión
• Pacientes con marcapasos.

¿Como funcionan?

Para comprender el funcionamiento de las ondas de choque, primero debemos entender qué es realmente la celulitis estética (técnicamente llamada «Paniculopatía edemato-fibro-esclerótica»), ya que hay otras celulitis médicas que poco tienen que ver con la celulitis estética.

La mejor manera de comprender qué es la celulitis es explicando paso por paso su nombre científico:

• Paniculopatía: patología referente al panículo adiposo, es decir el nivel de la piel en el que ocurre: la hipodermis, que cubre los órganos vitales y los músculos por encima y está conformado principalmente de grasa.
• Edema: aquí nos habla de la retención de líquidos, que se produce por un retorno venoso y linfático deficiente.
• Fibro-esclerótica: cuando hablamos de esclerosis, implica un endurecimiento anormal y al referirse a fibras, nos habla de tejido conjuntivo (elastina y colágeno principalmente) que detectan la grasa creciendo de forma anormal; al no poder eliminarla, las fibras de colágeno y elastina las envuelven aislando esta grasa excesiva para evitar que sea nocivo para el cuerpo. Esto es a lo que nos referimos con «acúmulos de grasa«.

Si lo juntamos todo, nos da como resultado una patología en la hipodermis, caracterizada por la retención de líquidos y acúmulos de grasa que, al estar recubiertos de fibras de colágeno y elastina (que sería como el «cemento» que da soporte a los tejidos). Estas fibras son tan resistentes que romperlas para poder desechar esa grasa es sumamente difícil de manera natural.

Y ahí es donde entran las ondas de choque: las ondas acústicas penetran en los tejidos, atravesando epidermis y dermis, hasta llegar a la hipodermis, donde se encuentra con esos acúmulos de grasa y gracias a la vibración es capaz de abrir brechas en las cápsulas de tejido conectivo, liberando la grasa. Inmediatamente después se utiliza el manípulo de drenaje para ayudar al cuerpo a desechar rápidamente esa grasa liberada, antes de que el cuerpo vuelva a encapsularla.
En Laura Blanco hemos desarrollado un tratamiento aún más completo, complementando las ondas de choque con la presoterapia para seguir drenando y culminando con un masaje final con cremas específicas para la eliminación de  la grasa localizada, logrando los mejores resultados.
Este tratamiento está especialmente recomendado para aquellas personas que tengan grasa localizada y persistente, ya que reduce notablemente el tiempo en el que se comienzan a ver resultados tanto en aspecto como en volumen.

Habitualmente recomendamos realizar un mínimo de 5 sesiones.
Si te interesa este u otros tratamientos y quieres saber más, no dudes en contactar con nosotras, ya sea a través de nuestro Whatsapp (670841267) o llamándonos al 988540022 estaremos encantadas de ayudarte.