Acné: ¿Qué es? y ¿Cómo podemos combatirlo?
El acné por norma general es el peor enemigo de las pieles grasas pero también de las pieles con rosácea, mujeres con cualquier tipo de piel en momentos determinados del ciclo menstrual,en desequilibrios hormonales, épocas de estrés, menopausia, embarazo, adolescentes y un largo etcétera. Es una condición que puede afectar a cualquier persona. Entonces ¿Cual es su origen? ¿Cómo podemos combatirlo?
¿Qué es realmente el acné?
El acné no es más que una infección provocada por la sobrepoblación de la bacteria Cutibacterium acnes (antes Propionibacterium acnes). Nuestra piel, al igual que todo nuestro cuerpo, está en contacto con innumerables bacterias con las que convivimos a diario; una piel sana cuenta con una flora y un pH ácido que nos protege de que estas bacterias, incluida la C. acnes, para que no crezcan de manera descontrolada. Si no cuidamos de forma adecuada nuestra piel, estos métodos de defensa no pueden funcionar correctamente y es ahí cuando las bacterias comienzan a colonizar todo a su paso.
Flora cutánea y pH
Llamamos flora cutánea o microbiota cutánea al compendio de microorganismos (hongos, bacterias, virus…) que habitan nuestra piel, formando un complejo ecosistema en miniatura, solo visible al microscopio. Una de las funciones de la microbiota es la de actuar como primera línea de defensa de nuestra piel en contra de patógenos oportunistas. Una de las bacterias que conforman esta microbiota es, de hecho, la C. Acnes, que convive en equilibrio con las demás. Por lo tanto, si alteramos el equilibrio de este ecosistema (ya sea por factores externos o internos) es posible que desarrollemos alguna dermatosis (pitiriasis, acné, caspa…)
El pH (potencial de Hidrógeno) es el baremo que utilizamos para medir la acidez o alcalinidad de una sustancia, en este caso la piel. Esta acidez es diferente para cada zona del cuerpo, es decir que la acidez de la piel de la cara por ejemplo, es diferente que la de los pies o la espalda. Esta acidez también nos protege de la sobrepoblación de patógenos, al crear un ambiente en el que no pueden sobrevivir.
¿Como cuido mi flora y mi pH?
Hay numerosos factores que no podemos controlar, como los hormonales, el clima, la humedad del ambiente, etc. Pero hay cosas que podemos hacer para mantener lo mas sana posible nuestra piel y evitar así el acné:
- El uso cosméticos adecuados: cosméticos no formulados para la cara, suelen tener “ph neutro” (5.5), pero el pH de la cara suele ser alrededor de 4.5, lo que nos deja la zona más alcalina de lo que debería estar, por lo tanto el entorno ya no es ácido y ya no nos protege como debería. El uso de cosméticos con un pH más adecuado, nos ayuda a mantener esta acidez.
- En caso de no poder mejorar el pH, restablecerlo: Cuando no sabemos cual es el pH del producto, podemos utilizar otros complementos para restablecerlo como un tónico.
- No tocar los granos: al estar llevando constantemente las manos a la zona infectada, contribuimos a que se extienda a otras zonas. Procurar evitar tocar la zona y lavarse las manos antes y después de manipular la zona es la mejor forma de evitar brotes en otras zonas.
- No usar exfoliantes físicos: el acné crónico engrosa la piel, si tenemos brotes, mejor no utilizar exfoliantes físicos en un intento por reducir ese engrosamiento. Por el mismo motivo que el anterior punto, extendemos la infección y podemos irritar aún más la piel.
- Protector solar: el protector solar siempre es tu mejor aliado; si tienes acné busca un protector solar toque seco o similares, con texturas ligeras , no comedogénicos que te protejan de la radiación solar. Allí donde haya un grano, habrá una mancha o marca si no te proteges correctamente (todo el año, no solo cuando “hay sol”).
- Mantener una higiene adecuada: lavar la zona a diario con un limpiador suave, que no irrite más tu piel, tonificarla, protegerla del sol por las mañanas, y por las noches retirar ese protector solar lavándonos adecuadamente de nuevo, será la rutina con la que empezarás a cambiar tu piel.
Para tener una piel libre de acné, lo más adecuado es mantener una rutina diaria indicada para tu tipo de piel y combinarla con limpiezas y tratamientos seborreguladores faciales cada 20 días aproximadamente.
Si no sabes cual es tu tipo de piel o necesitas consejo sobre este u otros temas estéticos, no dudes en consultarnos.
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